NORMAS Y LÍMITES EN LOS NIÑOS Y NIÑAS

¿Te imaginas llegar a un mundo nuevo donde todas las normas de socialización han cambiado? Ya no sabes cómo se saluda, que conductas son adecuadas y cuáles no, que cosas pueden hacerse en cada sitio y cuáles no.
Estoy segura de que agradeceríamos que alguien de confianza nos tomara la mano y nos explicara cómo saludar, que conductas son mal vistas por los miembros, como comportarnos en un restaurante, etc. Concretamente, como adaptarnos a esta nueva sociedad porque, de lo contrario, recibiríamos el rechazo social al llevar a cabo muchas de nuestras conductas ahora inadaptadas.

Esto es lo que ocurre cuando nuestros hijos llegan al mundo, necesitan normas y límites, que su figura de apego le explique que conductas están bien y cuáles no, y que es socialmente aceptable y que no. Estas normas y límites son necesarias para que los niños y niñas puedan desarrollarse y desenvolverse en el mundo de la mejor manera posible.

Si no les damos esas claves a los niños y niñas sobre lo que está bien y lo que no, le generaremos ansiedad, baja autoestima y rechazo social. Estas normas y límites son necesarios para crecer y madurar.

Poner límites y normas es parte de la crianza respetuosa porque les generamos unas directrices y un camino a seguir que les permitirá sentirse seguros en el medio donde viven.

La falta de límites es una forma de maltrato que niega al niño o niña la posibilidad de convertirse en una persona adaptada. Podemos pensar que dejar que hagan lo que quieran les puede hacer felices (probablemente si, en ese momento puntual) pero a largo plazo veremos las consecuencias negativas cuando sea rechazado socialmente.

No olvidemos que los límites enseñan valores como la disciplina, el esfuerzo, la autonomía y el respeto hacia uno mismo y hacia los demás.

No tengas miedo a poner límites y normas a los niños y niñas. Estos son necesarios y generan en ellos:

Seguridad: porque sabrán que pueden y que no pueden hacer.

Adaptación: porque sabrán como actuar en cada situación y podrán adaptarse a los diferentes contextos. Esto permitirá que en un futuro pueda desenvolverse solos por el mundo.

Confianza: porque se sentirán útiles, confiaran en sus capacidades y dispondrán de habilidades sociales.

Hay que establecer normas y límites al mismo tiempo que aceptamos la progresiva autonomía del niño o niña. Recuerda:

Las normas siempre se acompañan de la sensibilidad y la comprensión.

Mantén una comunicación abierta con el niño o niña.

Las normas pueden ser flexibles.

Mantén siempre un buen afecto hacia el niño o niña y amor incondicional.

Si aplicas castigos, que sean razonables.

Haz que el niño comprenda el porqué de las normas.

Poner límites NO es:

Ser inflexibles, exigentes o severos.

Poner un exceso de reglas.

Exigir la obediencia del niño o niña.

Establecer un alto control sobre su conducta.

No dejarle explorar.

Negar su independencia.

Castigar severamente.

Priorizar las normas al afecto.

Dar órdenes.

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