Una buena autoestima en los menores favorece su aprendizaje, les ayuda a superar las dificultades personales, aumenta su responsabilidad, desarrolla su creatividad, estimula la autonomía personal, posibilita una relación social saludable y garantiza la proyección futura de la persona. La autoestima determina la forma en que siente, piensa y actúa. El fortalecimiento de su autoestima empieza en casa.
- Haz que se sientan miembros importantes dentro de la familia: escúchales, consúltales, responsabilízales y valora sus opiniones.
- Comparte con ellos tus vivencias y experiencias, tu vida pasada, tus expectativas…
- No les desapruebes con frecuencia.
- Celebra sus éxitos para arraigar su autovalía personal.
- Evita la sobreprotección. Acepta que vale la pena pagar el precio de pequeños errores a cambio de su maduración.
- Confíales tareas domésticas que estén a su alcance.
- Permíteles hacer los trabajos a su manera. No les dirijas constantemente.
- No lo ridiculices: aunque hayan actuado mal, corrige su conducta en privado.
- Demuéstrales el afecto con palabras y gestos: un te quiero inesperado, una sonrisa, un guiño de ojo, un abrazo… le generan seguridad y valor.
- Conoce a sus amigos y permite que les visiten en casa. Son muy importantes para ellos.
- Dedica, de vez en cuando, un tiempo exclusivo para ellos: una excursión, una merienda fuera de casa…
- Déjales organizar y decorar su habitación y pertenencias.

